Mantequilla casera

Mantequilla casera: el sabor de lo auténtico
¿Has probado alguna vez mantequilla recién hecha? Su sabor es más intenso, su textura más cremosa y, lo mejor de todo, sabes exactamente qué contiene. Prepararla en casa con tu batidora Vitamix no solo es sencillo, sino también una oportunidad para personalizarla con ingredientes naturales: sal, hierbas aromáticas, especias o incluso toques dulces como vainilla o canela.
Con tu batidora Vitamix, el proceso es rápido y eficaz: en cuestión de minutos transformarás nata para montar en una mantequilla casera deliciosa, perfecta para acompañar panes caseros, verduras al vapor o tus recetas de repostería. Y si te apetece experimentar, puedes añadir tomates secos, ajo, semillas, aceitunas, ralladura de limón o lo que más te inspire. ¿Y para acompañar? Puedes servir tu manjar sobre el pan que más te guste. Te recomendamos inspirarte con el pan francés o el pan integral para tener una experiencia más completa.
Haz de lo cotidiano algo extraordinario. Descubre cómo preparar tu propia mantequilla casera con Vitamix y eleva tus platos con un toque gourmet hecho por ti:
- Autor: Vitamix
- Tipo de receta: salsas y untables
- Tiempo de preparación: | Tiempo de cocción: | Tiempo total:
- 2 tazas nata para montar fría (480 ml) – mínimo 35% de materia grasa
- ⅛ cucharadita sal – opcional
- Introducir la nata para montar en la jarra de 1,4 litros Vitamix y cerrar bien la tapa.
- Seleccionar velocidad 1 y aumentar progresivamente hasta máxima potencia. Batir hasta que la mezcla esté espesa y deje de circular (esta es la etapa en la que obtenemos nata montada).
- Continuar batiendo durante 30-45 segundos, usando la barra presionadora para dirigir los ingredientes hacia las cuchillas. La mezcla se separará en sólidos y líquidos. Continuar mezclando durante 30-45 segundos usando la barra presionadora.
- Colocar la mezcla en un colador de malla fino, acomodado sobre un bol. Permitir que la mezcla se vaya filtrando, en la nevera, durante mínimo 4 horas hasta toda la noche. Compactar el resultado en un contenedor de cristal. La buttermilk restante puede ser usada para hacer tortitas, bizcochos o para otras elaboraciones horneadas.